El padre de la agricultura orgánica.

Sir Albert Howard fue un pionero del método orgánico de agricultura. Hijo de un granjero de Shropshire, estudió agricultura en la universidad de Cambridge. Trabajó durante 25 años como investigador agrícola en la India, primero como asesor agrícola en la India Central y Rajputana, y luego como director del instituto para la Vida de las Plantas de Indore, donde desarrolló el conocido proceso de «compostaje Indore, que le dio al antiguo sistema de abonado una base científica firme. En la India Howard amplió sus conocimientos prácticos a la vez que observó el contraste entre las técnicas agrícolas contemporáneas y las tradicionales.  

“Puede la humanidad regular sus asuntos de modo que su principal posesión – la fertilidad del suelo – se preserve?” Preguntó. El método orgánico puede remontar sus raíces a esta pregunta. Para responderla, sir Albert examinó la historia de la agricultura en muchas sociedades y en naturaleza. Él observó que aquellas sociedades que aproximaron lo másposible a los métodos de la naturaleza de agricultura tenían las historias más largas. En la naturaleza -señaló- “El bosque se abona a sí mismo.” En la India observó que las cosechas y los animales más sanos eran los que evitaron los fertilizantes químicos para el abonado. 

De su trabajo en la India sugirió un sistema de cultivo – el método orgánico – que todavía es la mejor respuesta a su pregunta. Su libro Un testamento Agrícola (An Agricultural Testament by Sir Albert Howard, Oxford University Press, 1940). Es la exposición de sus teorías sobre la agricultura que siguen tan vigentes hoy como entonces. 

Howard era un científico trabajador y brillante. Muy temprano en su carrera dejó de lado las restricciones de la agronomía convencional y la forma de investigación convencional conducida por equipos de especialistas en las condiciones de laboratorio, donde cada uno es un fragmento del conjunto, aportando un fragmento aislado de conocimiento. La especialización para él era “aprender cada vez más sobre cada vez menos.”  

Él adoptó como maestro a la Naturaleza – “el granjero supremo”- como clientes a los campesinos de la India, mientras que a los parásitos y malas hierbas los llamó “profesores de la agricultura” ya que, en el contexto de la naturaleza, actúan como censores de los niveles de la fertilidad de suelo y de las cosechas inadecuadas que crecen en condiciones inadecuadas. Mientras que los científicos desarrollaban un arsenal cada vez más extenso de venenos, él decía que cuando las condiciones inadecuadas eran corregidas se iban los parásitos por eso sus cosechas eran virtualmente inmunes al ataque de plagas lo mismo que su ganado.

Keith Addison y Midori Hiraga, fundadores de la ONG Handmade Projects en Hong Kong, son los organizadores del proyecto Journey to Forever que ofrece una generosa bibliografía on line de Albert Howard, el precursor de la agricultura orgánica. Keithes comenzó a interesarse por las teorías de Howard mientras investigaba el problema del hambre en las áreas azucareras de las Filipinas y conoció a un grupo de agrónomos que trabajaban en proyectos de agricultura orgánica como solución para este flagelo. Impresionado por el éxito logrado por los «orgánicos», les pidió que le enseñaran lo básico sobre el tema, entonces ellos le dieron unas fotocopias diciendo: ““Lee esto, aquí está todo lo que necesitas saber.” Eran 20 páginas, la introducción a un libro llamado Un Testamento Agrícola, título que al principio le pareció un poco arrogante y estaba un poco escéptico de que una introducción tan escueta pudiera dar cuenta de tanta complejidad.  

Más tarde Keith confesó: “Nunca acabaré con este libro. Lo he leído tres veces y cada vez que aprendo algo nuevo. Mientras tanto he leído otros libros de Howard, incluyendo muchos de sus papeles y ensayos. He hablado con mucha otra gente, vista muchos otros proyectos de los orgánicos, granjas y jardines en distinto países; He utilizado estas técnicas en una variedad de ajustes, y toda confirma la tesis de Howard. Veo el cultivo orgánico sobre todo en el contexto del desarrollo del Tercer Mundo. Para mí es la tecnología apropiada básica para las áreas rurales. Es el mejor lugar para comenzar, ya que si se implanta muchos de los otros problemas desaparecerán simplemente.” 

Desde que este primer libro apareció en 1940, se ha tenido como una de las contribuciones más importantes a la solución de los problemas de la rehabilitación del suelo jamás publicado. Ha llamado la atención sobre el incremento excesivo de la producción de cosechas y animales, que ha provocado consecuencias desastrosas, como un aumento en enfermedades de la planta y de animales, la erosión del suelo y la merma de su fertilidad. Howard afirmó que tales pérdidas pueden ser revertidas solamente con la producción de humus a partir de los restos vegetales y animales mediante el proceso de abonado. Él investigó también, un aspecto nutricional de la planta poco conocido, la asociación mycorrhizal, que es el puente fungoso vivo entre el humus en el suelo y la savia de plantas. 

Un testamento Agrícola también es una crítica de civilizaciones, juzgándolas no por sus artefactos y victorias sino por su respuesta “al deber sagrado de entregar intacto a la generación siguiente la herencia de un suelo fértil. ” La lectura de este libro condujo a J.I. Rodale a publicar Farming and Gardening (ahora Organic Gardening and Farming), considerada la Biblia del «movimiento orgánico actualmente extenso en Estados Unidos. El trabajo de Howard sigue siendo la clave de ese movimiento.“La lectura de Un testamento agrícola me afectó tan profundamente que no descansé hasta comprar una granja, -escribió Rodale- La lectura de este gran libro me demostró cuan simple la práctica del método orgánico podría ser.”

 


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